Un tranvía llamado deseo, de Tennesse Williams
Un tranvía llamado Deseo" cuenta la historia de Blanche DuBois, una mujer sureña que llega a Nueva Orleans para vivir con su hermana Stella y su rudo cuñado, Stanley Kowalski. El choque de personalidades entre Blanche, delicada y frágil, y Stanley, violento y primitivo, desencadena una serie de eventos trágicos que revelan las profundas heridas del pasado de Blanche y la imposibilidad de escapar de sus propios demonios.
El personaje
Una mujer sureña decadente: Proviene de una familia aristocrática pero empobrecida.
Frágil y delicada en apariencia: Busca refugio en la ilusión y la fantasía.
Con un pasado oscuro: Ha perdido su reputación y su hogar debido a su comportamiento sexual y a problemas financieros.
Dependiente de los hombres: Busca constantemente la atención masculina para sentirse validada.
Vulnerable y frágil: Su mundo se desmorona ante la cruda realidad y la brutalidad de Stanley Kowalski.
Un pasado marcado por la tragedia:
Pérdida de la familia: La muerte de su esposo, a quien idealiza, la sumerge en una profunda tristeza y la obliga a abandonar su hogar familiar.
Escándalo y vergüenza: Se rumorea que tuvo relaciones inapropiadas con uno de sus estudiantes, lo que la obliga a huir de su ciudad natal y perder su reputación.
Decadencia económica: La familia DuBois ha perdido su fortuna, lo que la lleva a una vida de precariedad y a depender de la caridad de otros.
Las consecuencias de su pasado:
Necesidad de escapar: Blanche busca constantemente escapar de su pasado doloroso refugiándose en la fantasía y la ilusión.
Dependencia de los hombres: Busca en los hombres una figura paterna que la proteja y la salve de sus problemas.
Mentiras y engaños: Construye una fachada de refinamiento y belleza para ocultar sus inseguridades y su pasado turbulento.
Fragilidad emocional: Su pasado la ha dejado marcada con una profunda fragilidad emocional que la hace vulnerable ante cualquier amenaza.
Los factores que contribuyen a su deterioro mental son múltiples:
El choque con la realidad: Blanche ha construido un mundo de fantasía para escapar de su doloroso pasado. Al llegar a casa de Stella, se enfrenta a la cruda realidad de la vida de clase trabajadora, representada por Stanley. Este choque constante entre su mundo idealizado y la realidad la desestabiliza profundamente.
La pérdida de control: Blanche pierde progresivamente el control sobre su vida y su entorno. Stanley la manipula, la humilla y la expone a situaciones cada vez más humillantes. Esta pérdida de control socava su frágil autoestima y acelera su deterioro mental.
La soledad y el aislamiento: A pesar de buscar constantemente compañía, Blanche se siente cada vez más sola y aislada. Su pasado la ha marcado con una profunda desconfianza hacia los demás, lo que dificulta que establezca relaciones auténticas.
La presión de adaptarse: Blanche intenta adaptarse a su nuevo entorno y a la personalidad de Stanley, pero es incapaz de hacerlo. Esta lucha constante por encajar la consume y la lleva al borde del colapso.
Manifestaciones de su locura:
Alucinaciones: Blanche comienza a tener alucinaciones, como cuando cree ver al joven que la sedujo en su juventud.
Desorientación: Pierde la noción del tiempo y del espacio, y a menudo se confunde sobre su ubicación.
Comportamiento errático: Su comportamiento se vuelve cada vez más errático e impredecible, lo que la aísla aún más de los demás.
Delirios de grandeza: Se aferra a su pasado glorioso y se niega a aceptar su situación actual, construyendo un mundo de fantasía cada vez más irreal.
El desenlace trágico:
La escena final de la obra, donde Blanche es llevada a un manicomio, es un reflejo de su completa derrota. Su descenso a la locura es inevitable, ya que su frágil mente no puede soportar la presión de la realidad y la brutalidad del mundo que la rodea.
Blanche como símbolo:
El descenso a la locura de Blanche no solo es una tragedia personal, sino también una metáfora de la fragilidad del ser humano frente a las adversidades de la vida. Su personaje representa la lucha por mantener la cordura en un mundo hostil y la imposibilidad de escapar de nuestro pasado.
MONÓLOGO RECOMENDADO
“BLANCHE: -Era un niño, nada más que un niño, cuando yo era una muchachita aún. A los dieciséis años, descubrí... el amor: de golpe y en forma muy completa, demasiado completa. Fue como si a una le mostraran bajo una luz cegadora algo que siempre había estado en la penumbra; así descubrí el mundo. Pero fui desdichada. Me desilusioné. En aquel niño había algo distinto, una nerviosidad, una suavidad, una ternura que no parecían las de un hombre, aunque distaba de parecer afeminado... Y, con todo... aquello estaba allí. Acudió a mí en busca de ayuda. Yo no lo sabía. ¡No supe nada hasta después de casarnos, cuando nos fugamos y volvimos y sólo adiviné que yo no había logrado satisfacerlo en cierta forma inimaginable y no podía darle la ayuda que él necesitaba, pero de la cual no podía hablar! Temblaba aferrándose a mí... ¡Pero yo no lo sacaba, resbalaba y caía allí con él! Yo no lo sabía. No sabía nada, salvo que lo amaba insoportablemente, pero sin poder ayudarle ni ayudarme a mí misma. Luego, lo descubrí. En la peor de las formas imaginables. Entrando repentinamente en una habitación, que creía vacía... y que no lo estaba, porque había allí dos personas... el niño con quien me había casado y un hombre mayor que él, su amigo desde hacía años... (Blanche se interrumpe, se levanta, va a primer término.) Más tarde, fingimos que no se había descubierto nada. Sí, todos fuimos en automóvil al casino de Moon Lake, muy ebrios y riendo sin cesar. ¡Bailamos «La Varsoviana»! (Se oyen unos compases de «La Varsoviana», que luego se extinguen.) Repentinamente, en plena danza, el niño con quien me había casado se zafó de mis brazos y salió corriendo del casino. Unos pocos instantes más... ¡y sonó un tiro! Salí a toda prisa, todos salimos... ¡y rodeamos aquella cosa horrible que estaba al borde del lago! No pude acercarme, había demasiada gente. Entonces, alguien me cogió el brazo. «¡No se acerque más! ¡No querrá verlo!» ¿Ver? ¿Ver qué? Entonces, oí voces que decían: «¡Allan! ¡Allan! ¡El hijo de los Grey!». ¡Se había metido un revólver en la boca y había disparado, volándose... la tapa de los sesos! (Desfallece, se cubre el rostro.) Fue porque, en la pista de baile... no pudiendo contenerme, yo le había dicho de improviso: «¡Lo sé! ¡Lo he visto! ¡Me das asco!». (Vuelve a oírse «La Varsoviana.») Y entonces, el reflector que iluminaba el mundo se apagó y nunca hubo para mí desde aquel día una luz más intensa que la de esta vela de cocina...”.
Eneagrama del personaje para trabajar:
ENEATIPO 4: LA ENVIDIA
Para un Cuatro, la envidia no es simplemente desear lo que otros tienen. Es una sensación profunda de carencia, de no ser suficiente, de no tener una identidad propia. Se sienten diferentes y especiales, pero a menudo de una manera negativa, como si estuvieran condenados a la tristeza o a la melancolía.
¿Cómo se manifiesta la envidia en el Eneatipo 4?
La envidia puede manifestarse de diversas formas:
Comparación constante: Los Cuatros tienden a compararse con los demás, buscando lo que ellos creen que les falta.
Idealización de los demás: Ven a los otros como perfectos y a sí mismos como defectuosos.
Búsqueda de la originalidad: Desean ser únicos y diferentes a toda costa, lo que puede llevar a comportamientos excéntricos o dramáticos.
Melancolía y tristeza: La sensación de carencia y la comparación constante pueden generar una profunda tristeza y melancolía.
Dificultad para celebrar los logros de los demás: Les cuesta alegrarse por los éxitos de los otros, ya que esto puede reforzar su propia sensación de inferioridad.
¿Por qué la envidia es tan fuerte en el Eneatipo 4?
La envidia en el Eneatipo 4 está arraigada en un miedo profundo a la ordinariez y a la falta de significado. Creen que para ser felices deben ser especiales y únicos. Sin embargo, esta búsqueda constante de la singularidad puede llevar a una gran insatisfacción.
Características principales del Eneatipo 4:
Sensibilidad y profundidad emocional: Sienten las cosas con mucha intensidad y suelen ser muy introspectivos.
Búsqueda de la autenticidad: Desean ser únicos y diferentes, a menudo sintiéndose como si no encajaran del todo.
Creatividad y expresividad: Tienen una gran capacidad para expresar sus emociones a través del arte, la música o la escritura.
Tendencia a la melancolía: Pueden sentirse tristes o melancólicos, ya que a menudo comparan su realidad con una idealización de sí mismos.
Enfoque en las emociones: Dan mucha importancia a sus emociones y pueden tener dificultades para regularlas.
¿Qué motiva al Eneatipo 4?
Encontrar su identidad: Desean descubrir quiénes son realmente y qué los hace especiales.
Conectar profundamente con los demás: Buscan relaciones auténticas y significativas.
Expresar su individualidad: Necesitan sentirse únicos y valorados por lo que son.
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