Técnicas de Interpretación actoral
Observar es detenerse a mirar y a sentir: todo lo de fuera, todo lo de dentro
La observación y la memoria sensorial en el sistema de Stanislavski
Stanislavski creía que la observación era una parte esencial del proceso de creación de personajes. Animaba a sus estudiantes a observar a las personas en su vida cotidiana, prestando atención a sus rasgos físicos, sus personalidades y sus comportamientos. También creía que los actores debían desarrollar su capacidad para observar reacciones emocionales en su vida diaria, ya que esto les ayudaría a crear actuaciones más auténticas.
Una buena manera de poner en práctica la observación es salir a la calle y observar a las personas: para que este ejercicio resulte eficaz es fundamental fijarse en los detalles y no pasar nada por alto. Todos los detalles, que observemos en personas reales, pueden ser de gran ayuda a la hora de crear un personaje: el aspecto físico, el tono de voz, forma de moverse, tics, expresión facial, estado de ánimo.
Con todos los sentidos: debemos escudriñar alrededor nuestro.Estar dispuestas/os a encontrar siempre algo interesenta en las personas: una mirada, un temblor... Todo formará parte de nuestra reserva observacional para la creación de un personaje.
La manera en cómo nos movemos, hablamos y nos presentamos al mundo son grandes indicativos de nuestra personalidad. Un buen actor/ una buena actriz debe ser capaz de observar a una persona y poder extraer toda la información posible acerca de ella, todos esos rasgos son el material que más tarde utilizará para dar vida a sus personajes. Por lo tanto, si decidimos observar a una pareja de ancianos en un parque debemos fijarnos en su ropa, su aspecto físico y su voz, pero también en detalles que pueden no resultar evidentes a primera vista, como por ejemplo, su forma de caminar, el peso de su pisada, cómo se miran entre ellos y a los demás, qué aspectos de su actitud y postura nos revelan datos sobre su estado anímico. Son esos sutiles detalles que dan vida a la interpretación de un personaje.
“La observación intensa de un objeto despierta, naturalmente, el deseo de hacer algo con él. Esto intensifica a su vez la observación, y esta mutua reacción interior establece un contacto más fuerte con el objeto de nuestra atención.”
Un actor se prepara, Konstantin Stanislavski
Stanislavski animaba a sus alumnos a detenerse a observar todo lo que les rodeaba, no solamente a las personas, también objetos, naturaleza, todo era importante para reunir las herramientas que conforman una buena interpretación. Algunos de sus ejercicios de clase consistían en colocar a los estudiantes sobre el escenario y asignarles un objeto al que observar, de esa forma, además de la atención al detalle, los alumnos practicaban su capacidad de concentración y conseguían olvidar la presencia del público y centrarse solamente en la interpretación, ya que toda su atención estaba puesta en algo que se encontraba dentro del escenario.
Incluso detrás de los objetos podrás hallar una inesperada e interesante vida.
Asimismo, un buen actor/ una buena actriz no debe solamente a observar el exterior, sino que debe detenerse a observarse a sí mismo y estudiar sus sensaciones internas para poder desarrollar una buena memoria sensorial. Un buen ejercicio para poner en práctica esta herramienta es prestar atención a todos los estímulos sensoriales que percibimos a lo largo del día: todos los sentidos son importantes, la vista, el oído, el gusto, tacto y el olfato. Una vez hayamos realziado este ejercico de atención, debemos pararnos e intentar recrear en nuestra cabeza todo lo que hemos percibido con el mayor detalle posible. Por ejemplo, si queremos recordar las sensaciones que experimentamos durante el desayuno, no es suficiente con recordar el sabor de la leche: también debemos evocar su textura, su temperatura, sentir como bajaba desde la boca al esófago y llegaba al estómago, recordar el rastro de calor que deja en la garganta. Todos esos detalles son importantes y nos ayudan a fortalecer nuestra memoria sensorial.
Tanto el ejercicio de observación como el de memoria sensorial son clave para el entrenamiento del actor / de la actriz, que debe procurar practicarlos a menudo para agudizar sus sentidos y conseguir una buena interpretación.
“Primero debe enseñarles a mirar, a escuchar y a oír lo bello. Tales hábitos elevan y despiertan en sus mentes sentimientos que dejarán hondas huellas en sus recuerdos emotivos.”
Konstantin Stanislavski
La interpretación se basa en la imaginación, no en la memoria emocional como estableció Strasberg en su método que nada que tiene ver con el sistema de Stanislavski. Stella Adler fue la única actriz norteamericana que recibió clases del propio Kostantin Stanilavski, precisamente tras su desacuerdo con Strasberg, el cual se había apopiado del método de Stanislavski sin ni siquera haber trabajado nunca con él, reinterpretando de una forma completamente equivocada los principios de actuación establecidos por el maestro ruso.
En el próximo artículo os hablaremos de la Imaginación, otra de los pilares de la actuación, estudiados y desarrollado por el método de Stanislavski. Aquí os dejamos un documental completo de Stella Adler, la verdadera discípula norteamericana de Stanislavski.
¡Qé no os engañen...! Interpretar nunca debe hacerse desde el dolor... El arte está al servicio de los humanos : para su felicidad y desarrollo, para el disfute y la sanación... Lo que nos hace sufrir es perversión, no es arte... El maltrato emocional en las aulas de interpretación, en cualquiera de sus facetas, por sutiles que parezcan debe ser desterrrado...
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